domingo, 21 de diciembre de 2014

Sesiones femeninas (Aquelarre)







Conferencias dislocadas e indiscretas
del análisis freudiano y elocuente
sobre el drama irresoluto de la prima
de la psiquis y del mambo deficiente.


Cruza el mate la mesa redondeada,
une vértices de imaginaria estrella,
diagramando simétrica figura
que articula la charla en torno a ella.


Mujereando del modo que Dios manda
van pasando las horas trasnochadas
y las frases se vuelven más picantes
más amargas, más dulces, más saladas.


Esta noche se reúne el aquelarre
conjurando hasta que las velas ardan
con palabras de incognoscible acento
los espíritus de hombres que las dañan.


x

sábado, 22 de noviembre de 2014

6:25

6:25
(recitado)

Avanza lenta la masa
empuja, pisa y aprieta.
Las pertenencias sujeta,
recela toda amenaza.

Los molinetes la ordenan
formando rígidas filas.
En poco espacio se apila,
pequeños tubos la drenan.

En un rincón del pasillo
una figura reposa.
La masa la esquiva airosa.
Alguien tira un cigarrillo.

Y le abre paso al hastío,
entre las cáscaras vivas,
la frente triste y altiva
de nuestro hombre vacío…

(Cantado)

6:25 suena el timbre,
la campana toca,
empieza el round de hoy.
Enfunda el traje
y la corbata que lo ahorca
va partiendo el cuerpo en dos.

Un feca y dos pitadas
que sacuden como un cross
del más campeón
y baja la palanca
que te manda a laburar.

(estribillo)
Y no viene el tren,
resopla en el andén
la queja inútil de
lo que se fue.
Chocan mal las luces
masticando la retina
y el tic-tac del cuore
va al compás.
Y te empujás
al borde un poco más.
Pensás, lo barajás:
no te animás.

No espera el tiempo
y van morfándose baldosas
tus gambetas de peatón.
Buen día al trompa
y a la huella que te obliga
a encadenarte al monitor.

Fastidio que te inunda
atrofiando un poco más
toda emoción.
Y rematás tu suerte
pa´ que triunfe otro postor.

https://www.youtube.com/watch?v=tvybh0c2ACk

Perro cruel (La turba)


Perro cruel (La turba)

Empañan los ojos
los rumores de la clase,
sacuden la rabia
y ablandando al pibe van.

Entre todos lo disfrazan
de sus odios más profundos.
Vuelan golpes, suenan gritos
perro cruel quiere matar.

Y ladran abajo
la mirada los asusta.
No gruñen al amo
va de traje el criminal.

Voluntades laminadas
agitando el puño en alto.
Van lanzando los misiles
que dispara su moral.

Matan, pintan de sangre sus manos.
Sin corazones humanos,
solo títeres de trapo.
No hay razones porque
turban el  juicio tantas mentiras, 
un sacrificio ¿uno más?
Muerden, perro cruel quiere matar.


Resuena el silencio
de la pena consumada.
Los cómplices callan                    
y se mandan a guardar.


¿Con qué vara es que se miden
Los motivos y las culpas?
¿Quién castiga a los verdugos
de la estupidez brutal?




https://www.youtube.com/watch?v=xQgPxUOkHQo

sábado, 5 de abril de 2014

Sin adiós

Sin adiós


Le hace cosquillas en los ojos
una mirada de a poquito.
Más de besos que de razones
y una burbuja que se hace canción.

Y tal vez se arrepienta de no darle dos.

Iban cruzando el río
pero uno se perdió
y fueron tantas las despedidas,
que al fin nunca llegó el adiós.

Y prendido a aquel faro algo se consumió.

Dos gitanos de una troupe vagabunda,
dos gotas de lluvia que danzan.
Dos almas ardiendo, dos niños
y bicis que zumban girando alrededor.


Y silbando en el aire un recuerdo quedó.
https://www.youtube.com/watch?v=6ukCNGXlWfI

jueves, 3 de abril de 2014

Rabia



Un susurro en la noche
Restos deshechos de un cuerpo que gime
Por no llorar
y Tiembla
Pa no gritar.
El puño apretado y los dientes crujiendo
No de frío. Ni de miedo, no.
De bronca.

La respiración agitada y la idea
que martilla en la sien
¿Y así nomás termina el juego?
¿Siempre me toca perder?
 Resignándome



¿Y dónde están los culpables?
Zumba la bronca en la oreja,
suena la queja y gritan
por no esperar.
No lloran
pa` no aflojar.
Las manos juntas, las voces
resquebrajan los muros.                       
No es odio. Ni venganza, no.
Es bronca.

Pero  murmuran y dicen,
de boca en boca cuentan.
Van afinando inquietudes.
la bronca se comenta:
amasándose
enlazándose
 recordándote
con bronca.


Sirena Requiem


Y te llegó la hora final 
un destino Tramontina 
bajo una gorra de nai` (nike),
va el gilún y se amotina. 

¿Qué te pinta ahora el valiente? 

Consumiste tanto hastío. 
Y tu tinto va caliente
cuando fluye en el baldío. 

Brota la sangre, entra el cuchillo. 

Sale la guita, suena el sencillo. 
Ojos al cielo, corre de prisa. 
Llega la cana y la doble sonrisa.

Cierra relámpago y suena, 

como un quejido lejano, 
el flash, los bobos, la escena,
toda la mierda en la mano.

Cronista pinta los hechos,

la libertad del artista, 
ensalza el lado derecho
y ataca al algún comunista. 

Sirena réquiem, el traje oscuro. 

Piernas al frente y el cuerpo duro. 
Llora la niña, la vieja junta, 
el juez bosteza, el milico apunta. 

El tipo sigue la secuencia, 

se manda dentro del bar, 
va hacia la caja, paciencia,
la yuta no va a estorbar. 

Pero el rati está de franco,

se agita loco y calzado. 
Le da en la frente, en el blanco, 
y el tipo yace calmado.
(Le da en la frente, en el blanco: lo hace boleta.) 

Se ríe el gorra y rìe la parca, 

ya tiene todo bien arreglado 
saca una tiza y lo marca:
- Tenés el tiempo contado. 
https://www.youtube.com/watch?v=kqtzVP3ZYR0

Milonguita Femenil



Yo no soy mina de nadie.
enroscá ese collarcito,
a mí no me cierra el pico
ni tu puño ni tu ley.

¿Te creíste la del macho?
´Tas un poco confundido.
Protección yo nunca pido
y en mi casa mando yo.

Se dio vuelta la tortilla
y tiramos por la borda
al marinero que estorba
o es un pobre infeliz.
Ya sacaron la bolilla
llaman hermanas al mando
y la igualdad se va armando,
milonguita femenil.


Me cansé de ser tu Barbie
de ponerle amor a todo,
mientras empinás el codo
en el bar Continental.

Andá bajando el copete,
y la cola entre las piernas.
Me tratás como a una reina
o te vas a arrepentir
https://www.youtube.com/watch?v=55RRNLozwlM



Te vas



 Te vas dejando atrás un vendaval,
pensando que esto es temporal,
que el tiempo cura y destruís
lo que quisiste más. Me das

veneno a cambio de mi amor.
Dejás la angustia y el dolor
prendidos a mi soledad.
Mejor te los llevás.

Y tanta ausencia en esta casa,
y tanto tuyo que me abraza
y no me queda ni un rincón
para olvidarte en paz.

¿Y dónde está la historia que
no iba a terminar jamás?
Dijimos tanto y ¿qué quedó?:
la farsa del amor.
Y lo demás está de más:
dejaste la mitad.

Te vas, no hay forma de volver atrás.
Lo que rompiste no da más.
Hay cosas que es mejor cuidar,
muy tarde te acordás. No hay más

razones que me puedas dar.
No tengo ganas de pelear.
Te miro y ya no sé quién sos.
Ni sé de lo que hablás.
https://www.youtube.com/watch?v=PwZp9AdkZFM

Sirenas varadas



El sol ya casi se oculta, cobarde,
y las sombras, libres de su poder,
terminarán  por devorar los cerros.

Y yo, patética y torpe sirena, espero
que desaparezca aquel bote
que quebranta el horizonte
o llegue quizás hasta otra orilla
con juegos de niños y abuelos fotógrafos.

Otros botes aguardan amarrados al muelle
también, como yo, un rumbo, un conductor.
Y  la gente insiste en arrojar piedras al lago.
Pero, desgraciadamente, hoy no se agitará
el gastado guerrero de antaño.

Mientras tanto yo vislumbro,
 en este puerto de sirenas varadas,
el día aquel en que la masa azul e iracunda,
cansada ya de tanta altanería,
comience a arrojar piedras a tierra
midiendo con la mirada lúdica de un niño
la distancia que alcanzan sus proyectiles

sobre el mar de gente. 

jueves, 27 de marzo de 2014

Te robó la estrella



Aluvión de ideas o  rutina.
Entra, sale y entra realidad.
Sublimando sueños: la pantalla.
El pecho grande y las ganas de llorar.

¿Qué pasó con los tiempos aquellos?
¿Cuándo perdiste el impulso de saltar?
Te drenaron la vida de a sorbitos
Un beso en la frente, nomás,
y te robó la estrella.

Pagás por ver y no hay satisfacción.
Querés re truco y hacés trampa.
Apostando momentos, la ambición.
Los bolsillos llenos y la presión alta.

¿Dónde doblaste en contramano?
¿En qué momento empezaste a ralentar?
Te están chocando de frente y vos, quieto.
Un beso en la frente, nomás,
y te robó la estrella.

Las viejas ideas del rebelde.
La triste noticia: la verdad.
Reventando en el alma: la gran nada.
La piel inmune y la bronca de callar.

¿Cuándo te rompiste en mil pedazos?
 ¿Por qué razón insistís en respirar?
Ni siquiera sabés que  ya estás muerto.
Un beso en la frente, nomás,

y te robó la estrella
https://www.youtube.com/watch?v=HHF9gDSgaH8
Resurgimiento

Despiertan
las pálidas conciencias
tanto tiempo adormecidas.
Las voces agitadas en la aurora,
las ansias que creíamos perdidas,
nutriéndose del tronco de la historia.
Memorias que construyen nuevos aires
sacuden  los despojos y  disparan con  bemoles
que se vuelven chillidos. Despabilan o incomodan
a aquellos que prefieren  conformarse con las sobras.
Avanza un grito disonante que apunta a la estrella más lejana

y se carga  del momento que nos toca, la nota  que gesta toda rebelión humana. 
Hay que

Hay que endurecerse sin perder la ternura jamás
Hay que endurecerse sin perderla.
Perderla, jamás.
Hay que endurecerse.
Hay la ternura.

Endurecerse sin perderse.
Sin ternura, jamás
Sin endurecerse, jamás.
Sin perder, jamás.

Hay que perder.
Sin que.
Jamás que.
La ternura sin que.

Hay que endurecerse.
Endurecer la ternura.
Hay que.

Hay que.
Herencia

Vientres malditos de las que arrastran
gargantas turbias, cánceres viejos,
hombres infieles y oídos sordos.

Mujeres solas, hombros morados,
velados sexos de los infantes.
Desesperado amor necesario
de los que se unen en el espanto.

 Limpiar la mierda, ser santa madre,
fregar la ropa, cargar escombro.
Asfixiar sueños de burra atada
y si dios lo pide, aguantarse todo.

Y por los hijos, todo por ellos:
recitar salmos, masticar llantos.
Y se amontonan los imposibles:
nunca se hizo, no hubo caso.

Sigue la ronda, cambian los roles
pero la sangre, tira la sangre,
del padre ausente y la madre-padre.

La pena muda

La inconfundible,
 la endurecida ternura del que ha sufrido,
del que ha aceitado los motores del caer-levantarse
a fuerza de costumbre.
Del que pena sobre pena,
 ha moldeado una pétrea máscara
en la que pueden contarse,
 hundiendo más y más las comisuras,
ahuecando las ojeras
y aplastando los párpados,
cada uno de los golpes que la vida,
 infatigable y certeramente,
ha asestado sobre cada uno de sus días.
¿Y quién dará cuenta, entonces, de tamaña tristeza,
que ha perdido incluso todo deseo de lamento?
Levanto los ojos y veo otro rostro lúcido y llano frente al espejo.

Me avergüenzo de mi suerte y canto…